Löydetty 292 Tulokset: mujeres
y repartió a todo el pueblo, hombres y mujeres, a cada uno un pastel, una porción de carne asada y un pan de pasas. Después se fueron todos, cada uno a su casa. (2 Samuel 6, 19)
Cuando David se volvía para bendecir a su familia, Micol, hija de Saúl, le salió al encuentro y le dijo: «¡Qué honor más grande para el rey de Israel haberse hoy mostrado medio desnudo a los ojos de las mujeres de sus servidores, como si fuese un cualquiera!» (2 Samuel 6, 20)
y me rebajaré más aún. No importa que tú me desprecies, pues las mujeres de que hablas me apreciarán más todavía.» (2 Samuel 6, 22)
Te entregué la fami lia de tu señor y puse a tu disposición sus mujeres; te di poder sobre Judá e Israel; y por si fuera poco, te daría más todavía. (2 Samuel 12, 8)
Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras: moabitas, sidonias, amonitas, edomitas y heteas. (1 Reyes 11, 1)
tuvo 700 mujeres que eran princesas y 300 concubinas. Ellas fueron la causa de que se desviara; (1 Reyes 11, 3)
pues, en su ancianidad, sus mujeres lo llevaron tras otros dioses y ya no fue sincero con Yavé, como lo había sido su padre David. (1 Reyes 11, 4)
Lo mismo hizo en favor de sus mujeres extranjeras, que ofrecían perfumes y sacrificios a sus dioses. (1 Reyes 11, 8)
«Esto te dice Ben-Hadad: tu plata y tu oro son para mí, y también quiero lo mejor de tus mujeres y de tus hijos.» (1 Reyes 20, 3)
Pero se presentaron los mensajeros otra vez con este recado: «Puesto que aceptas darme tu oro y tu plata, tus mujeres y tus hijos, (1 Reyes 20, 5)
Entonces el rey de Israel convocó a todos sus oficiales para decirles: «Reconozcan que Ben-Hadad tiene malas intenciones, pues cuando pidió mi plata y mi oro, mis mujeres y mis hijos, no se los negué.» (1 Reyes 20, 7)
Una de las mujeres de los hermanos profetas llamó a Eliseo, diciendo: «Mi marido ha muerto, y tú sabes que él temía a Dios. Pero el hombre a quien debíamos ha venido a cobrar su deuda y, como no pudimos pagar, quiere tomar a mis dos hijos por esclavos.» (2 Reyes 4, 1)