Löydetty 292 Tulokset: mujeres

  • Estaban a distancia los conocidos de Jesús, especialmente las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, y todo esto lo presenciaron ellas. (Evangelio según San Lucas 23, 49)

  • Las mujeres que habían venido desde Galilea con Jesús no se habían alejado; vieron de cerca el sepulcro y cómo colocaban su cuerpo. (Evangelio según San Lucas 23, 55)

  • El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. (Evangelio según San Lucas 24, 1)

  • Las que hablaban eran María de Magdala, Juana y María, la madre de Santiago. También las demás mujeres que estaban con ellas decían lo mismo a los apóstoles. (Evangelio según San Lucas 24, 10)

  • En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han inquietado, (Evangelio según San Lucas 24, 22)

  • Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron.» (Evangelio según San Lucas 24, 24)

  • Todos ellos perseveraban juntos en la oración en compañia de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (Hecho de los Apóstoles 1, 14)

  • Más aún, cantidad de hombres y mujeres llegaban a creer en el Señor, aumentando así su número. (Hecho de los Apóstoles 5, 14)

  • Saulo, por su parte, trataba de destruir a la Iglesia. Entraba casa por casa, hacía salir a hombres y mujeres y los metía en la cárcel. (Hecho de los Apóstoles 8, 3)

  • Pero cuando Felipe les habló del Reino de Dios y del poder salvador de Jesús, el Mesías, tanto los hombres como las mujeres creyeron y empezaron a bautizarse. (Hecho de los Apóstoles 8, 12)

  • y le pidió poderes escritos para las sinagogas de Damasco, pues quería detener a cuantos seguidores del Camino encontrara, hombres y mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 9, 2)

  • Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas de entre las que temían a Dios y también a los hombres importantes de la ciudad y promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé hasta que los echaron de su territorio. (Hecho de los Apóstoles 13, 50)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina