Löydetty 61 Tulokset: libertad financiera

  • Mientras tanto, los jefes de los sacerdotes y los jefes de los judíos persuadieron al gentío a que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. (Evangelio según San Mateo 27, 20)

  • Cada año, con ocasión de la ascua, Pilato solía dejar en libertad a un preso, a elección del pueblo. (Evangelio según San Marcos 15, 6)

  • Pilato les preguntó: «¿Quieren que ponga en libertad al rey de los judíos?» (Evangelio según San Marcos 15, 9)

  • Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que pidiera la libertad de Barrabás. (Evangelio según San Marcos 15, 11)

  • Pilato quiso dar satisfacción al pueblo: dejó, pues, en libertad a Barrabás y sentenció a muerte a Jesús. Lo hizo azotar, y después lo entregó para que fuera crucificado. (Evangelio según San Marcos 15, 15)

  • El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos, y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos (Evangelio según San Lucas 4, 18)

  • Así que después de castigarlo lo dejaré en libertad.» (Evangelio según San Lucas 23, 16)

  • Por tercera vez les dijo: «Pero, ¿qué mal ha hecho este hombre? Yo no he encontrado nada que merezca la muerte; por eso, después de azotarlo, lo dejaré en libertad.» (Evangelio según San Lucas 23, 22)

  • Ahí lo tienen hablando con toda libertad y no le dicen nada. ¿Será tal vez que nuestros dirigentes han reconocido que él es el Mesías? (Evangelio según San Juan 7, 26)

  • Pero aquí es costumbre que en la Pascua yo les devuelva a un prisionero: ¿quieren ustedes que ponga en libertad al Rey de los Judíos?» (Evangelio según San Juan 18, 39)

  • Pilato todavía buscaba la manera de dejarlo en libertad. Pero los judíos gritaban: «Si lo dejas en libertad, no eres amigo del César; el que se proclama rey se rebela contra el César.» (Evangelio según San Juan 19, 12)

  • Pero no; es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, el que acaba de glorificar a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y, cuando Pilato decidió dejarlo en libertad, renegaron de él. (Hecho de los Apóstoles 3, 13)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina