Löydetty 110 Tulokset: interés propio
Pues bien, así dice Yavé a propósito de Joaquim, rey de Judá: No tendrá quien le suceda en el trono de David, y su propio cadáver quedará tirado, expuesto al calor del día y al frío de la noche. (Jeremías 36, 30)
Pero, ¿y cómo se conoce que no son dioses, sino obra de las manos de los hombres, y que no hacen nada que sea propio de dioses? (Baruc 6, 51)
no come la carne no desangrada, no vuelve sus ojos hacia los sucios ídolos de la casa de Israel, no ensucia a la mujer de su prójimo ni se acerca a una mujer durante su regla; no oprime a nadie, devuelve la garantía al que le debía, no comete robos, da su pan al que tiene hambre y le pone ropa al que está desnudo; no presta su dinero con interés, no cobra comisiones, aparta su mano de la injusticia, juzga conforme a la verdad cualquier problema entre un hombre y su prójimo; (Ezequiel 18, 6)
presta su dinero con interés y cobra comisiones. ¿Después de eso, vivirá? Ciertamente que no. Si cometió todos esos crímenes, debe morir: él será responsable de su muerte. (Ezequiel 18, 13)
no trata al pobre con violencia, no cobra interés o comisión, observa mis leyes y sigue mis mandamientos. Ese no morirá por el pecado de su padre, sino que al contrario vivirá. (Ezequiel 18, 17)
Dentro de ti, se condena a muerte por dinero, prestan a interés y cobran comisiones. Despojas brutalmente a tu prójimo, y me has olvidado -palabra de Yavé-. (Ezequiel 22, 12)
Entonces vienen a verte como si fueran a cualquier parte, se sientan a tu lado para oír tus palabras, pero no las ponen en práctica. La mentira está en su boca y sólo buscan su interés. (Ezequiel 33, 31)
Su fuerza crecerá tanto que proyectará cosas inauditas SSus empresas prosperarán; destruirá a poderosos y al propio pueblo de los santos. (Daniel 8, 24)
Luego se volverá contra las fortalezas de su propio país, pero tropezará, caerá y no se levantará más (Daniel 11, 19)
Es terrible y temible, y se hace su propio derecho. (Habacuc 1, 7)
Yavé será su terror cuando venga a destronar a todos los dioses de la tierra y lo adoren, cada uno en su propio país, los que viven en las islas de los paganos. (Sofonías 2, 11)
Así Jesús declaraba que todos los alimentos son puros. Y luego continuó: «Lo que hace impura a la persona es lo que ha salido de su propio corazón. (Evangelio según San Marcos 7, 20)