Löydetty 94 Tulokset: culpa

  • y si por culpa de él me sucede algo malo, todos los que lo sepan desconfiarán de él. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 26)

  • Señor, Padre y dueño de mi vida, no me abandones al capricho de mis labios, no permitas que caiga por culpa de mis palabras. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 1)

  • ¡Cualquier penuria pero no por culpa de un adversario! ¡Cualquier sentencia, pero no la dictada por una persona enemiga! (Sirácides (Eclesiástico) 25, 14)

  • Por la mujer comenzó el pecado: por su culpa morimos todos. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 24)

  • Muchos fracasaron por culpa del oro,la ruina les salió al encuentro. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 6)

  • Porque todo eso fue creado en contra de los sin Ley: por su culpa fue que vino el diluvio. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 10)

  • Un padre impío será reprochado por sus hijos, por culpa de él quedaron deshonrados. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 7)

  • Por eso, una maldición ha devorado la tierra por culpa de sus habitantes; por eso se han ido muriendo y sólo quedan unos pocos. ( (Isaías 24, 6)

  • Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos sus pecados. (Isaías 40, 2)

  • O bien, ¿a quién debo yo dinero, y a quién los he vendido? Por culpa de sus pecados fueron vendidos y por sus infidelidades me divorcié de su madre. ¿Por qué, cuando llegué, no encontré a nadie, y cuando llamé, nadie me respondió? ¿Se me habrá acortado el brazo, que no alcanza a salvar, o será que ya no tengo fuerzas? Con un solo gesto dejo seco el mar y cambio los ríos en desiertos. Sus peces, sin agua, quedan en seco y mueren de sed. (Isaías 50, 2)

  • Todos andábamos como ovejas errantes, cada cual seguía su propio camino, y Yavé descargó sobre él la culpa de todos nosotros. (Isaías 53, 6)

  • Haré que su suerte infunda terror a todos los reinos de la tierra, por culpa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por sus crímenes cometidos en Jerusalén.) (Jeremías 15, 4)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina