Löydetty 1482 Tulokset: casa de oración
Fue en ese tiempo cuando nació Moisés, al que Dios amaba. Durante tres meses fue criado en la casa de su padre, (Hecho de los Apóstoles 7, 20)
El cielo es mi trono y la tierra el apoyo de mis pies. ¿Qué casa me podrían edificar?, dice el Señor. ¿Cuál sería el lugar de mi descanso? (Hecho de los Apóstoles 7, 49)
Saulo, por su parte, trataba de destruir a la Iglesia. Entraba casa por casa, hacía salir a hombres y mujeres y los metía en la cárcel. (Hecho de los Apóstoles 8, 3)
Y el Señor le dijo: «Vete en seguida a la calle llamada Recta y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo. Lo encontrarás rezando, (Hecho de los Apóstoles 9, 11)
Salió Ananías, entró en la casa y le impuso las manos diciendo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.» (Hecho de los Apóstoles 9, 17)
Pedro permaneció en Jope bastante tiempo, en casa de un curtidor llamado Simón. (Hecho de los Apóstoles 9, 43)
que se aloja en la casa de Simón, el curtidor, que está junto al mar.» (Hecho de los Apóstoles 10, 6)
Después de volver en sí, Pedro buscaba en vano el significado de esa visión, cuando justamente se presentaron los hombres enviados por Cornelio. Habían preguntado por la casa de Simón y ahora estaban a la puerta. (Hecho de los Apóstoles 10, 17)
Ellos respondieron: «Nos envía el capitán Cornelio. Es un hombre recto, de los «que temen a Dios», y lo aprecian todos los judíos. Ha recibido de un santo ángel la orden de hacerte venir a su casa para aprender algo de ti.» (Hecho de los Apóstoles 10, 22)
les dijo: «Ustedes saben que no está permitido a un judío juntarse con ningún extranjero ni entrar en su casa. Pero a mí me ha manifestado Dios que no hay que llamar profano a ningún hombre ni considerarlo impuro. (Hecho de los Apóstoles 10, 28)
Cornelio respondió: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo orando en mi casa, cuando se presentó delante de mí un hombre con ropas muy brillantes, que me dijo: (Hecho de los Apóstoles 10, 30)
"Cornelio, tu oración ha sido escuchada y tus limosnas han sido recordadas ante Dios. (Hecho de los Apóstoles 10, 31)