Löydetty 974 Tulokset: Palacio de David
Si David lo llama su Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» (Evangelio según San Mateo 22, 45)
Por entonces, los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías se reunieron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás, (Evangelio según San Mateo 26, 3)
Pedro lo iba siguiendo de lejos, hasta llegar al palacio del sumo sacerdote. Entró en el patio y se sentó con los policías del Templo, para ver en qué terminaba todo. (Evangelio según San Mateo 26, 58)
Los soldados romanos llevaron a Jesús al patio del palacio y reunieron a toda la tropa en torno a él. (Evangelio según San Mateo 27, 27)
El les dijo: «¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David cuando sintió necesidad y hambre, y también su gente? (Evangelio según San Marcos 2, 25)
Al enterarse de que era Jesús de Nazaret el que pasaba, empezó a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» (Evangelio según San Marcos 10, 47)
Varias personas trataban de hacerlo callar. Pero él gritaba con más fuerza: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (Evangelio según San Marcos 10, 48)
¡Ahí viene el bendito reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!» (Evangelio según San Marcos 11, 10)
Mientras Jesús enseñaba en el Templo, preguntó: «¿Por qué los maestros de la Ley dicen que el Mesías será el hijo de David? (Evangelio según San Marcos 12, 35)
Porque el mismo David dijo, hablando por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. (Evangelio según San Marcos 12, 36)
Si David mismo lo llama «Señor», ¿cómo puede entonces ser hijo suyo?» Mucha gente acudía a Jesús y lo escuchaba con agrado. (Evangelio según San Marcos 12, 37)
a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. (Evangelio según San Lucas 1, 27)