1. ¡Aleluya! Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos.

2. Su descendencia será fuerte en la tierra: la posteridad de los justos es bendecida.

3. En su casa habrá abundancia y riqueza, su generosidad permanecerá para siempre.

4. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.

5. Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud.

6. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre.

7. No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor.

8. Su ánimo está seguro, y no temerá, hasta que vea la derrota de sus enemigos.

9. Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad.

10. El malvado, al verlo, se enfurece, rechinan sus dientes y se consume; pero la ambición de los malvados se frustrará.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina