Fundar 165 Resultados para: montes
Con tus despojos regaré la tierra; con tu sangre, hasta la cima de los montes, hasta que rebosen los torrentes. (Ezequiel 32, 6)
Reduciré la tierra a una soledad desolada y cesará el orgullo de su fuerza. Los montes de Israel serán devastados, sin que haya quien por allí pase. (Ezequiel 33, 28)
andan dispersas mis ovejas; errantes por todos los montes, por todos los collados; dispersas mis ovejas por todo el país, sin que las busque nadie ni las cuide. (Ezequiel 34, 6)
Las sacaré de en medio de los pueblos y las recogeré de entre los países. Las llevaré a su tierra, las pastorearé por los montes de Israel, por los valles y en todos los lugares habitados del país. (Ezequiel 34, 13)
Las apacentaré en pastos escogidos; su majada estará en los montes altos de Israel; allí descansarán en cómodo aprisco y pacerán pingües pastos por los montes de Israel. (Ezequiel 34, 14)
Haré de los montes de Seír una desolación, un desierto, y extirparé de allí a todo el que circula. (Ezequiel 35, 7)
Y sabrás que yo, el Señor, he oído todos los ultrajes que lanzabas contra los montes de Israel cuando decías: Están devastados, nos han sido dados como presa. (Ezequiel 35, 12)
Hijo de hombre, profetiza ahora sobre los montes de Israel. Dirás: Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor. (Ezequiel 36, 1)
por eso, escuchad, montes de Israel, la palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles, a las ruinas desiertas y a las ciudades desoladas que han sido botín y blanco de burlas de las naciones circunvecinas. (Ezequiel 36, 4)
Por eso, profetiza sobre el país de Israel, di a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy; en mis celos y en mi furor he hablado; porque habéis sido expuestos al oprobio de las naciones, (Ezequiel 36, 6)
Y vosotros, montes de Israel, echad vuestros ramos, producid vuestros frutos para mi pueblo Israel, porque está ya para volver. (Ezequiel 36, 8)
Haré de ellos un solo pueblo en mi tierra, en los montes de Israel; tendrán todos un solo rey y ya no serán dos naciones, dos reinos divididos. (Ezequiel 37, 22)