Fundar 113 Resultados para: frutos
Es como un árbol plantado junto al agua, que alarga hacia la corriente sus raíces; nada teme cuando llega el calor; su follaje se mantiene verde; en año de sequía no se preocupa, ni deja de producir sus frutos. (Jeremías 17, 8)
Pues nos ha remitido a Babilonia este mensaje: La cosa va para largo; edificaos casas y habitadlas, plantad huertos y comed sus frutos". (Jeremías 29, 28)
Mirad, yo por mí me quedo en Mispá como representante del país ante los caldeos que vengan a nosotros. Vosotros recoged la uva, los frutos y el aceite, llenad vuestras tinajas y habitad en las ciudades que vais a ocupar". (Jeremías 40, 10)
regresaron todos ellos de los diversos lugares donde estaban dispersos, y vinieron a la tierra de Judá, donde Godolías, en Mispá, e hicieron una abundante recolección de vino y frutos. (Jeremías 40, 12)
Más afortunados fueron los pasados a cuchillo que los muertos de hambre, que caen extenuados por falta de los frutos del campo. (Lamentaciones 4, 9)
Di: Esto dice el Señor Dios: ¿Podrá prosperar? ¿No arrancará sus raíces el águila, hará caer sus frutos y se secará? Sí, se secarán sus brotes tiernos y no hará falta gran esfuerzo ni pueblo numeroso para arrancarla de raíz. (Ezequiel 17, 9)
en el monte sublime de Israel lo plantaré; echará ramas y dará frutos y se hará un magnífico cedro. Bajo él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morará a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)
Tu madre era como una vid plantada junto a las aguas, exuberante de frutos y ramas por la abundancia de agua. (Ezequiel 19, 10)
Mas fue arrancada con furor, derribada en tierra, y el viento del este agostó sus frutos; quedó rota, su rama robusta se secó y lo devoró todo el fuego. (Ezequiel 19, 12)
Ha salido fuego de su tronco que devoró ramas y frutos. No ha quedado ni un solo ramo fuerte, ni un cetro real". (Ezequiel 19, 14)
por eso yo te entrego en manos de los hijos de oriente. Levantarán en ti sus campamentos, emplazarán en ti sus tiendas, comerán tus frutos y beberán tu leche. (Ezequiel 25, 4)
El árbol del campo dará sus frutos y la tierra dará sus productos. Habitarán seguros en su tierra y sabrán que yo soy el Señor, cuando haya despedazado las coyundas de su yugo y les haya librado de las manos de quienes los tienen esclavizados. (Ezequiel 34, 27)