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sino que los comerás cada año, tú y tu familia, en presencia del Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él. (Deuteronomio 15, 20)
conquistamos sus tierras y las dimos en heredad a los rubenitas, a los gaditas y a media tribu de Manasés. (Deuteronomio 29, 7)
Que no haya entre vosotros ni hombre ni mujer ni familia ni tribu que aparte hoy su corazón del Señor, nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; que ninguno de vosotros sea como una planta amarga y venenosa. (Deuteronomio 29, 17)
Primogénito del toro, a él la gloria; sus cuernos son cuernos de búfalo, con los que hiere a los pueblos hasta los últimos confines de la tierra. Tales son las miríadas de Efraín, las miríadas de Manasés. (Deuteronomio 33, 17)
todo Neftalí, la tierra de Efraín y Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar Mediterráneo, (Deuteronomio 34, 2)
Después dijo a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés: (Josué 1, 12)
Ahora bien, os pido que me juréis por el Señor que, de la misma manera que yo os he tratado bien, así también vosotros trataréis bien a mi familia, y que me deis una señal segura de que (Josué 2, 12)
cuando entremos en la ciudad, atarás a la ventana por la que nos vamos a descolgar esta cinta de color escarlata, y reunirás junto a ti, en casa, a tu padre, a tu madre, a tus hermanos y a toda tu familia. (Josué 2, 18)
Los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés pasaron, armados, a la cabeza de los israelitas, como se lo había mandado Moisés. (Josué 4, 12)
Los exploradores entraron y sacaron a Rajab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y a toda su familia, y los llevaron fuera del campamento de Israel. (Josué 6, 23)
Josué perdonó la vida a Rajab, la prostituta, y a su familia, con todo lo que tenían. Ella vivió con los israelitas hasta el día de hoy por haber escondido a los espías enviados por Josué para explorar la tierra. (Josué 6, 25)
Mañana por la mañana os presentaréis por tribus, y la tribu que el Señor señale por suerte se presentará por clanes, y el clan que el Señor señale por suerte se presentará por familias, y la familia que el Señor señale por suerte se presentará por individuos. (Josué 7, 14)