Fundar 392 Resultados para: agua de la purificación

  • Cumplidos los días de su purificación, ya sea de varón o de hembra, presentará ante el sacerdote, a la entrada de la tienda de la reunión, un cordero primal como holocausto y un pichón o una tórtola en sacrificio por el pecado. (Levítico 12, 6)

  • "Éste es el ritual para la purificación de un leproso: será llevado al sacerdote, (Levítico 14, 2)

  • El sacerdote mandará degollar una de las aves sobre una vasija de tierra cocida llena de agua corriente. (Levítico 14, 5)

  • Tomará luego el ave viva, el cedro, la cinta de lana escarlata y el hisopo (incluida el ave viva) y los mojará en la sangre del ave degollada sobre el agua corriente. (Levítico 14, 6)

  • El leproso así purificado lavará sus vestidos, se cortará todo el pelo, se bañará con agua y será puro. Después entrará de nuevo en el campamento, pero tardará siete días en entrar en su tienda. (Levítico 14, 8)

  • El día séptimo se cortará de nuevo pelos, cabello, barba y cejas; se cortará todos los pelos. Lavará sus vestidos, bañará con agua su cuerpo y será puro. (Levítico 14, 9)

  • El sacerdote que hace el rito de la purificación pondrá al que se va a purificar, juntamente con sus ofrendas, a la entrada de la tienda de la reunión delante del Señor; (Levítico 14, 11)

  • Lo presentará al sacerdote el día octavo para su purificación a la entrada de la tienda de la reunión delante del Señor. (Levítico 14, 23)

  • Ésta es la ley para la purificación del leproso que no puede presentar las víctimas ordinarias". (Levítico 14, 32)

  • Inmolará una de las aves en una vasija de tierra cocida llena de agua corriente. (Levítico 14, 50)

  • Tomará la madera de cedro, el hisopo, la cinta de lana escarlata y el ave viva, lo mojará todo en la sangre del ave inmolada sobre el agua corriente y hará siete aspersiones sobre la casa. (Levítico 14, 51)

  • Así purificará la casa mediante la sangre del ave, el agua corriente, el ave viva, la madera de cedro, el hisopo y la cinta de lana escarlata, (Levítico 14, 52)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina