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Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué has turbado mi descanso, evocándome?". Saúl respondió: "Estoy en gran aprieto, los filisteos me hacen la guerra y Dios se ha retirado de mí; no me responde ni por medio de los profetas ni por los sueños. Por eso te he evocado para saber qué hacer". (I Samuel 28, 15)
Cuando David se estableció en su palacio y el Señor le dio descanso librándolo de todos sus enemigos de alrededor, (II Samuel 7, 1)
David descansó con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David. (I Reyes 2, 10)
Descansó con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David. Le sucedió en el trono su hijo Roboán. (I Reyes 11, 43)
Buscad al Señor y su poder, buscad su rostro sin descanso. (I Crónicas 16, 11)
Descansó con sus padres y fue sepultado en la ciudad de su padre David. Le sucedió en el trono su hijo Roboán. (II Crónicas 9, 31)
Así se cumplía la palabra del Señor pronunciada por Jeremías: "Hasta que la tierra disfrute de su descanso, descansará durante todos los días de la desolación, hasta que se cumplan setenta años". (II Crónicas 36, 21)
No tengo calma, no tengo paz, no hallo descanso; sólo la turbación me invade. (Job 3, 26)
Me hierven las entrañas sin descanso, ¡me han tocado días de aflicción! (Job 30, 27)
En el día de la angustia acudo al Señor, alzo sin descanso mis manos en la noche y no encuentro consuelo; (Salmos 77, 3)
Entonces juré en mi cólera: "No entrarán jamás en mi descanso". (Salmos 95, 11)
tú ves mi caminar y mi descanso, te son familiares todos mis caminos; (Salmos 139, 3)