Fundar 2027 Resultados para: tierra prometida

  • y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes. (Apocalipsis 6, 15)

  • Después de esto, vi a cuatro Angeles de pie en los cuatro extremos de la tierra, que sujetaban los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara el viento ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. (Apocalipsis 7, 1)

  • Luego vi a otro Angel que subía del Oriente y tenía el sello de Dios vivo; y gritó con fuerte voz a los cuatro Angeles a quienes se había encomendado causar daño a la tierra y al mar: (Apocalipsis 7, 2)

  • «No causéis daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios.» (Apocalipsis 7, 3)

  • Y todos los Angeles que estaban en pie alrededor del trono de los Ancianos y de los cuatro Vivientes, se postraron delante del trono, rostro en tierra, y adoraron a Dios (Apocalipsis 7, 11)

  • Y el Angel tomó el badil y lo llenó con brasas del altar y las arrojó sobre la tierra. Entonces hubo truenos, fragor, relámpagos y temblor de tierra. (Apocalipsis 8, 5)

  • Tocó el primero... Hubo entonces pedrisco y fuego mezclados con sangre, que fueron arrojados sobre la tierra: la tercera parte de los árboles quedó abrasada, toda hierba verde quedó abrasada. (Apocalipsis 8, 7)

  • Y seguí viendo: Oí un Aguila que volaba por lo alto del cielo y decía con fuerte voz: «¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra, cuando suenen las voces que quedan de las trompetas de los tres Angeles que van a tocar!» (Apocalipsis 8, 13)

  • Tocó el quinto Angel... Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del Abismo. (Apocalipsis 9, 1)

  • De la humareda salieron langostas sobre la tierra, y se les dio un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra. (Apocalipsis 9, 3)

  • Se les dijo que no causaran daño a la hierba de la tierra, ni a nada verde, ni a ningún árbol; sólo a los hombres que no llevaran en la frente el sello de Dios. (Apocalipsis 9, 4)

  • En su mano tenía un librito abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y izquierdo sobre la tierra, (Apocalipsis 10, 2)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina