Fundar 74 Resultados para: convocación santa
¡Jerusalén, ciudad santa! Dios te castigó por las obras de tus hijos, mas tendrá otra vez piedad de los hijos de los justos. (Tobías 13, 9)
Dame una palabra seductora para herir y matar a los que traman duras decisiones contra tu alianza, contra tu santa Casa y contra el monte Sión y la casa propiedad de tus hijos. (Judit 9, 13)
Padre de los huérfanos y tutor de las viudas es Dios en su santa morada; (Salmos 68, 6)
Dijeron en su corazón: «¡Destruyámoslos en bloque!» Quemaron en la tierra todo lugar de santa reunión. (Salmos 74, 8)
que se ha inclinado Yahveh desde su altura santa, desde los cielos ha mirado a la tierra, (Salmos 102, 20)
rehicieron sus prepucios, renegaron de la alianza santa para atarse al yugo de los gentiles, y se vendieron para obrar el mal. (I Macabeos 1, 15)
Prefirieron morir antes que contaminarse con aquella comida y profanar la alianza santa; y murieron. (I Macabeos 1, 63)
exclamó: «¡Ay de mí! ¿He nacido para ver la ruina de mi pueblo y la ruina de la ciudad santa, y para estarme allí cuando es entregada en manos de enemigos y su santuario en poder de extraños? (I Macabeos 2, 7)
Jerusalén sea santa y exenta, así como todo su territorio, sus diezmos y tributos. (I Macabeos 10, 31)
Ya el año 169, en el reinado de Demetrio, nosotros, los judíos, os escribimos así: «En lo más grave de la tribulación que ha caído sobre nosotros en estos años, desde que Jasón y sus partidarios traicionaron la tierra santa y el reino, (II Macabeos 1, 7)
ya que El ha arrojado fuera a los que combatían contra la ciudad santa. (II Macabeos 1, 12)
Mientras la ciudad santa era habitada en completa paz y las leyes guardadas a la perfección, gracias a la piedad y al aborrecimiento de mal del sumo sacerdote Onías, (II Macabeos 3, 1)