Fundar 38 Resultados para: Santiago

  • Unos ocho días después de decir esto, Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. (Lucas 9, 28)

  • Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?». (Lucas 9, 54)

  • Eran María Magdalena, Juana y María, la madre de Santiago, y las demás mujeres que las acompañaban. Ellas contaron todo a los Apóstoles, (Lucas 24, 10)

  • Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. (Hechos 1, 13)

  • Mandó ejecutar a Santiago, hermano de Juan, (Hechos 12, 2)

  • Pedro les hizo señas con la mano para que se callaran, y les relató cómo el Señor lo había sacado de la cárcel, añadiendo: «Hagan saber esto a Santiago y a los hermanos». Y saliendo de allí, se fue a otro lugar. (Hechos 12, 17)

  • Cuando dejaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: «Hermanos, les ruego que me escuchen: (Hechos 15, 13)

  • Al día siguiente, Pablo fue con nosotros a casa de Santiago, donde también se reunieron todos los presbíteros. (Hechos 21, 18)

  • Además, se apareció a Santiago y a todos los Apóstoles. (I Corintios 15, 7)

  • No vi a ningún otro Apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Señor. (Gálatas 1, 19)

  • Por eso, Santiago, Cefas y Juan -considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido acordado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos. (Gálatas 2, 9)

  • En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando estos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión. (Gálatas 2, 12)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina