Fundar 251 Resultados para: lucha de jacó con el ángel

  • Oyó Dios la oración de Tobit y la de Sara; y envió al ángel Rafael para devolver la vista a Tobit y entregar a Sara por esposa a su hijo Tobías; También para encadenar al mal demonio Asmodeo, porque Sara debía ser la esposa de Tobías. (Tobías 3, 16)

  • Tobías salió en busca de un hombre, y encontró al ángel Rafael, pero no sabía que era ángel de Dios. (Tobías 5, 4)

  • El ángel respondió: «¿Qué te importa más: la persona que acompaña a tu hijo, o la tribu a la que pertenece?» Pero Tobit insistió en saber su nombre y la tribu a la que pertenecía. (Tobías 5, 12)

  • El ángel dijo: «Soy Azarías, hijo de Ananías, uno de tus hermanos.» (Tobías 5, 13)

  • El ángel respondió: «Lo acompañaré. No temas; sanos partimos y sanos regresaremos, pues el camino es seguro.» Tobit ordenó a su hijo: «Prepara las cosas para el viaje. ¡Ojalá les vaya bien por el camino!» Cuando el hijo tuvo preparadas sus cosas, el padre le dijo: «Que Dios del Cielo los proteja; que su ángel los acompañe en el camino, para que vuelvan sanos a mí.» (Tobías 5, 17)

  • Un ángel bueno los acompañará; el viaje será feliz y volverá sano a nosotros.» (Tobías 5, 22)

  • Partió el joven con el ángel, y el perro los seguía. (Tobías 6, 2)

  • pero el ángel le dijo: «Tómalo y no lo dejes escapar.» El joven se apoderó del pez y lo sacó a tierra. (Tobías 6, 4)

  • El ángel agregó: «Abrelo; sácale la hiel, el corazón y el hígado, y guárdalos.» (Tobías 6, 5)

  • El joven preguntó al ángel: «Hermano Azarías, ¿qué remedios son el corazón, el hígado y la hiel del pez?» (Tobías 6, 7)

  • Respondió el ángel: «¿Acaso has olvidado las recomendaciones de tu padre, que te mandó tomar esposa de su familia? Hermano, no te preocupes por el demonio y cásate con ella. Te aseguro que esta misma noche ella será tu esposa. (Tobías 6, 15)

  • Entonces llamó al ángel y le dijo: «Recibe como sueldo la mitad de todo cuanto trajiste.» (Tobías 12, 5)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina