Fundar 2228 Resultados para: hambre en Israel

  • Las siete vacas feas y raquíticas que salieron detrás, al igual que las siete espigas vacías y quemadas por el viento del este, son siete años de hambre. (Génesis 41, 27)

  • pero en seguida vendrán siete años de escasez que harán olvidar toda la abundancia anterior, y el país quedará extenuado por el hambre. (Génesis 41, 30)

  • De esta manera habrá reservas en el país para los siete años de escasez que van a afectar Egipto, y el pueblo no morirá de hambre.» (Génesis 41, 36)

  • Antes de que llegaran los años de hambre, José tuvo dos hijos de su esposa Asenat, hija de Poti Fera, sacerdote del dios On. (Génesis 41, 50)

  • llegaron los siete años de escasez, tal como José había anunciado. Hubo hambre en todos los países, pero en todo Egipto había pan. (Génesis 41, 54)

  • Cuando en Egipto se sintió el hambre, el pueblo pidió pan a gritos, y Faraón decía a todos los egipcios: «Vayan a José y hagan lo que él les diga.» (Génesis 41, 55)

  • Como el hambre se hacía sentir más y más en todos los paises, de todas partes venían a Egipto a comprar trigo a José. (Génesis 41, 57)

  • Se fueron los hijos de Israel a comprar trigo junto con la otra gente, pues arreciaba el hambre en Canaán. (Génesis 42, 5)

  • Dijo entonces Israel: «¿Por qué, para desgracia mía, le dijeron a ese hombre que tenían otro hermano?» (Génesis 43, 6)

  • Entonces Judá dijo a su padre Israel: «Deja que el muchacho venga conmigo, para que podamos partir. Sólo así podremos seguir viviendo nosotros y nuestros hijos, en vez de morir. (Génesis 43, 8)

  • Israel, su padre, les dijo: «Ya que no queda más remedio, hagan lo siguiente. Échen en sus bolsas algo de los productos del país: tragacanto, miel, goma, láudano, pistacho y almendras, y llévenselo como regalo a ese hombre. (Génesis 43, 11)

  • Ya van dos años de hambre en la tierra, y aún quedan cinco en que no se podrá arar ni cosechar. (Génesis 45, 6)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina