Fundar 179 Resultados para: alma

  • ¿Han visto a mi amado? Apenas los había dejado cuando encontré al amado de mi alma. Lo abracé y no lo soltaré más hasta que no lo haya hecho entrar en la casa de mi madre, en la pieza de la que me dio a luz. El: (Cantar 3, 4)

  • Abrí a mi amado, pero mi amado ya se había ido. ¡Se me fue el alma tras de él! Lo busqué y no lo hallé, lo llamé y no me respondió. (Cantar 5, 6)

  • La Sabiduría no entrará en un alma mal dispuesta, ni habitará en un cuerpo esclavo del pecado. (Sabiduría 1, 4)

  • Déjense pues de quejas injustificadas, eviten los propósitos condenables, pues ni siquiera la palabra dicha en secreto queda sin consecuencias y la boca mentirosa mata al alma. (Sabiduría 1, 11)

  • Dios lo sacó por temor a que el mal corrompiera su inteligencia o que su alma se dejara seducir por la mentira. (Sabiduría 4, 11)

  • Porque la fascinación del mal oculta los verdaderos valores y los reclamos del deseo conmueven a un alma sin malicia. (Sabiduría 4, 12)

  • Su alma era preciosa a los ojos del Señor, por eso la retiró pronto de su ambiente corrompido. La gente al ver eso no entendió; no comprendieron (Sabiduría 4, 14)

  • Había nacido como niño bien dotado, había recibido como herencia un alma buena; (Sabiduría 8, 19)

  • porque un cuerpo perecible pesa enormemente sobre el alma, y nuestra cáscara de arcilla paraliza al espíritu que está siempre en vela. (Sabiduría 9, 15)

  • Entró en el alma de un servidor del Señor para hacer frente a reyes temibles, por medio de señales y prodigios. (Sabiduría 10, 16)

  • Con la misma arcilla elabora la estatua de un dios falso: ¡cuánto trabajo perdido por un hombre justamente salido de la tierra y que dentro de poco volverá a ella cuando le pidan de nuevo su alma! (Sabiduría 15, 8)

  • ya que ignora al que lo formó y no reconoce al que le insufló un alma consciente, poniendo en él el soplo vital. (Sabiduría 15, 11)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina