Salmos, 47

2. Aplaudan, pueblos todos, aclamen a Dios con voces de alegría

3. pues el Señor, el altísimo, es terrible, es un gran rey en toda la tierra.

4. Bajo nuestro yugo pone a las naciones y los pueblos a nuestros pies;

5. él eligió para nosotros nuestra herencia, orgullo de Jacob, su muy amado.

6. Dios sube entre fanfarrias, para el Señor resuenan los cuernos;

7. canten, canten a Dios; entonen salmos a nuestro rey;

8. a Dios que es el rey de toda la tierra, cántenle un himno de alabanza.

9. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su santo trono.

10. Los jefes de los pueblos se han unido con el pueblo del Dios de Abrahán; porque él es el señor de los grandes de la tierra, él es Dios y es muy excelso.

Versos relacionados con Salmos, 47:

El Salmo 47 es una canción de alabanza y exaltación a Dios como rey soberano sobre todas las naciones. Los temas cubiertos incluyen la grandeza de Dios, la victoria sobre los enemigos, la exaltación de Dios como rey y la invitación para que las naciones lo adoren.

Isaías 52:7: "Qué hermosos son los pies sobre las montañas de las que anuncia buenas noticias, lo que hace que la paz se escuche, lo que el buen anuncia, lo que hace que la salvación escuche, de lo que Sión dice: ¡su Dios reina!" Este versículo destaca la belleza de aquellos que proclaman las buenas noticias de la salvación y declaran que Dios es el rey.

Apocalipsis 19:6: "Y escuché cómo la voz de una gran multitud, y cómo la voz de muchas aguas, y cómo la voz de los grandes truenos, que decían, ¡aleluya!" Este versículo habla sobre el triunfo final de Dios como rey soberano y su dominio eterno sobre todas las cosas.

Salmo 93:1: "El Señor reina, se ha alineado con majestad; el Señor se ha alineado y ceñido de poder; el mundo también es firme y no puede dudar". Este versículo enfatiza la majestad y el poder de Dios como rey, que gobierna el mundo firmemente.

Salmo 86:9: "Todas las naciones que has hecho vendrán y adorarán ante tu cara, Señor, y glorificará tu nombre". Este versículo habla sobre la adoración de las naciones ante Dios como rey, reconociendo su grandeza y soberanía.

Isaías 66:23: "Y sucederá que, de una luna nueva a la otra, y de un sábado al otro, toda la carne vendrá a adorar ante mí, dice el Señor". Este versículo describe la adoración de todas las naciones ante Dios, en un momento en que todos su soberanía será reconocida por todos.

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