Found 110 Results for: soldados romanos

  • Porque yo, que soy hombre sujeto al mando, tengo a mis órdenes soldados, y digo a éste: Vete, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi criado: Haz esto, y lo hace". (Lucas 7, 8)

  • Herodes, con sus soldados, trató con desprecio a Jesús, se burló de él, le puso un vestido blanco y lo envió a Pilato. (Lucas 23, 11)

  • También los soldados se burlaban de él, se acercaban y le daban vinagre, (Lucas 23, 36)

  • Si lo dejamos, creerán en él todos y vendrán los romanos y destruirán nuestro templo y nuestra nación". (Juan 11, 48)

  • Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, le vistieron un manto de púrpura; (Juan 19, 2)

  • Los soldados, después de crucificar a Jesús, se repartieron la ropa en cuatro partes, una para cada uno. Dejaron aparte la túnica, tejida de una pieza de arriba abajo sin costura alguna. (Juan 19, 23)

  • Por eso se dijeron: "No debemos partirla; echémosla a suertes a ver a quién le toca". Para que se cumpliera la Escritura: Se repartieron mis vestidos y echaron a suertes mi túnica. Es cabalmente lo que hicieron los soldados. (Juan 19, 24)

  • Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. (Juan 19, 32)

  • pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al punto salió sangre y agua. (Juan 19, 34)

  • Frigia y Panfilia, Egipto y las regiones de Libia y de Cirene, forasteros romanos, (Hechos 2, 10)

  • Lo prendió, lo encarceló y mandó que lo custodiasen cuatro piquetes de cuatro soldados, con intención de hacerlo comparecer ante el pueblo después de la pascua. (Hechos 12, 4)

  • La misma noche en que Herodes iba a hacerlo comparecer, Pedro estaba dormido entre dos soldados, atado con cadenas; los centinelas montaban la guardia en la puerta de la cárcel. (Hechos 12, 6)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina