Gefunden 99 Ergebnisse für: falsos maestros

  • "Mirad, vamos a Jerusalén, y el hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los maestros de la ley; lo condenarán a muerte, (Mateo 20, 18)

  • Pero los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, al ver las maravillas que hacía y a los niños que gritaban en el templo "¡Viva el hijo de David!", se indignaron y le dijeron: (Mateo 21, 15)

  • "Los maestros de la ley y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés. (Mateo 23, 2)

  • ser saludados en las plazas y que los llamen ¡maestros! (Mateo 23, 7)

  • "¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren! (Mateo 23, 13)

  • ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que recorréis mares y tierras para hacer un prosélito y, cuando llega a serlo, lo hacéis reo del fuego dos veces más que vosotros! (Mateo 23, 15)

  • ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! Hay que hacer una cosa sin descuidar la otra. (Mateo 23, 23)

  • ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera el vaso y el plato, pero por dentro están llenos de rapiña y codicia! (Mateo 23, 25)

  • ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que sois como sepulcros blanqueados, que por fuera aparecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre! (Mateo 23, 27)

  • ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas, adornáis las tumbas de los justos (Mateo 23, 29)

  • ¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del fuego? Por eso yo os envío profetas, sabios y maestros de la ley; (Mateo 23, 33)

  • Surgirán muchos falsos profetas y engañarán a muchos. (Mateo 24, 11)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina