Gefunden 834 Ergebnisse für: José y sus hermanos
Al pasar los mercaderes madianitas, ellos sacaron a José de la cisterna. Vendieron a José a los ismaelitas por veinte monedas de plata, y éstos se lo llevaron a Egipto. (Génesis 37, 28)
Rubén volvió a la cisterna, y José ya no estaba allí. Rasgó sus vestiduras, (Génesis 37, 29)
regresó adonde sus hermanos y dijo: "¡El muchacho no está allí! ¿Adónde iré yo?". (Génesis 37, 30)
Ellos tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito y tiñeron la túnica con la sangre. (Génesis 37, 31)
Él la reconoció y dijo: "¡Es la túnica de mi hijo! Una bestia feroz lo ha devorado; José ha sido despedazado". (Génesis 37, 33)
Por entonces Judá se separó de sus hermanos y se fue a casa de un adulamita, llamado Jirá. (Génesis 38, 1)
Entonces Judá dijo a su nuera: "Vuelve como viuda a la casa de tu padre, hasta que se haga mayor mi hijo Selá". Él se decía: "No sea que muera también él como sus hermanos". Tamar volvió a casa de su padre. (Génesis 38, 11)
José había sido llevado a Egipto. Putifar, egipcio, eunuco del Faraón y capitán de la guardia, se lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allí. (Génesis 39, 1)
El Señor estaba con José y todo le salía bien; y se quedó en la casa de su dueño, el egipcio. (Génesis 39, 2)
José halló gracia a sus ojos, y así fue incorporado al servicio de su dueño, quien le hizo mayordomo de su casa, confiándole todo cuanto tenía. (Génesis 39, 4)
Desde el momento en que le puso al frente de su casa y de todo cuanto tenía, el Señor bendijo la casa del egipcio en consideración a José. La bendición del Señor alcanzó a todo cuanto poseía, tanto en la casa como en el campo. (Génesis 39, 5)
Entonces dejó en las manos de José todo cuanto poseía; con él no tenía que preocuparse de nada, a no ser del alimento que tomaba. José era guapo y esbelto. (Génesis 39, 6)