Gefunden 820 Ergebnisse für: nombre de Abram

  • Dijo Dios a Abraham: «A Saray, tu mujer, no la llamarás más Saray, sino que su nombre será Sara. (Génesis 17, 15)

  • Respondió Dios: «Sí, pero Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Isaac. Yo estableceré mi alianza con él, una alianza eterna, de ser el Dios suyo y el de su posteridad. (Génesis 17, 19)

  • Abraham puso al hijo que le había nacido y que le trajo Sara el nombre de Isaac. (Génesis 21, 3)

  • pero Dios dijo a Abraham: «No lo sientas ni por el chico ni por tu criada. En todo lo que te dice Sara, hazle caso; pues aunque por Isaac llevará tu nombre una descendencia, (Génesis 21, 12)

  • Abraham plantó un tamarisco en Berseba en invocó allí el nombre de Yahveh, Dios eterno. Abraham estuvo residiendo en el país de los filisteos muchos años. (Génesis 21, 33)

  • Allí construyó un altar e invocó el nombre de Yahveh. Allí desplegó su tienda, y los siervos de Isaac perforaron allí un pozo. (Génesis 26, 25)

  • El lo llamó Seba, de donde el nombre de la ciudad de Berseba, hasta la fecha. (Génesis 26, 33)

  • Y llamó a aquel lugar Betel, aunque el nombre primitivo de la ciudad era Luz. (Génesis 28, 19)

  • Dijo el otro: «¿Cuál es tu nombre?» - «Jacob.» - (Génesis 32, 28)

  • Jacob le preguntó: «Dime por favor tu nombre.» - «¿ Para qué preguntas por mi nombre?» Y le bendijo allí mismo. (Génesis 32, 30)

  • Díjole Dios: «Tu nombre es Jacob, pero ya no te llamarás Jacob, sino que tu nombre será Israel.» Y le llamó Israel. (Génesis 35, 10)

  • Reinó en Edom Belá, hijo de Beor; y el nombre de su ciudad era Dinhabá. (Génesis 36, 32)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina