Gefunden 70 Ergebnisse für: libre albedrío

  • Entonces quedarás libre de mi maldición, cuando llegues a mi parentela; y si no te la dieren también quedarás libre de mi maldición.» (Génesis 24, 41)

  • De tu espada vivirás y a tu hermano servirás. Mas luego, cuando te hagas libre, partirás su yugo de sobre tu cerviz.» (Génesis 27, 40)

  • Cuando compres un esclavo hebreo, servirá seis años, y el séptimo quedará libre sin pagar rescate. (Exodo 21, 2)

  • Si un hombre se acuesta maritalmente con una mujer que es una sierva perteneciente a otro, sin que haya sido rescatada ni liberada, será él castigado, pero no con pena de muerte, pues ella no era libre. (Levítico 19, 20)

  • Pero si no halla lo suficiente para recuperarla, lo vendido quedará en poder del comprador hasta el año jubilar, y en el jubileo quedará libre; y el vendedor volverá a su posesión. (Levítico 25, 28)

  • En caso de no ser rescatada para él dentro de un año entero, la casa situada en ciudad amurallada quedará a perpetuidad para el comprador y sus descendientes y no quedará libre en el jubileo. (Levítico 25, 30)

  • En el caso de que se haya de rescatar de mano de un levita, lo vendido - una casa que es propiedad suya en la ciudad - quedará libre en el jubileo; porque las casas de las ciudades de los levitas son su propiedad en medio de los israelitas. (Levítico 25, 33)

  • Si nos es rescatado por otros, quedará libre el año del jubileo, él y sus hijos con él. (Levítico 25, 54)

  • Ese campo, cuando quede libre en el jubileo, será consagrada a Yahveh como campo de anatema y será propiedad del sacerdote. (Levítico 27, 21)

  • Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti, te servirá durante seis años y al séptimo le dejarás libre. (Deuteronomio 15, 12)

  • Al dejarle libre, no le mandarás con las manos vacías; (Deuteronomio 15, 13)

  • (Que va hacer Yahveh justicia al pueblo suyo, va a apiadarse de sus siervos.) Porque verá que su fuerza se agota, que no queda ya libre ni esclavo. (Deuteronomio 32, 36)


“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina