Gefunden 86 Ergebnisse für: ciencia

  • Los ojos de Yahveh custodian la ciencia, pero confunden las palabras del pérfido. (Proverbios 22, 12)

  • Presta oído y escucha las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi ciencia, (Proverbios 22, 17)

  • ¿No he escrito para ti treinta capítulos de consejos y ciencia, (Proverbios 22, 20)

  • Aplica tu corazón a la instrucción, y tus oídos a las palabras de la ciencia. (Proverbios 23, 12)

  • con la ciencia se llenan los cilleros de todo bien precioso y deseable. (Proverbios 24, 4)

  • El varón sabio está fuerte, el hombre de ciencia fortalece su vigor; (Proverbios 24, 5)

  • No he aprendido la sabiduría, ¿y voy a conocer la ciencia de los santos? (Proverbios 30, 3)

  • Me dije en mi corazón: Tengo una sabiduría grande y extensa, mayor que la de todos mis predecesores en Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y ciencia. (Eclesiastés 1, 16)

  • pues: Donde abunda sabiduría, abundan penas, y quien acumula ciencia, acumula dolor. (Eclesiastés 1, 18)

  • pues un hombre que se fatigá con sabiduría, ciencia y destreza, a otro que en nada se fatigó da su propia paga. También esto es vanidad y mal grave. (Eclesiastés 2, 21)

  • Porque a quien le agrada, da El sabiduría, ciencia y alegría; mas al pecador, da la tarea de amontonar y atesorir para dejárselo a quien agrada a Dios. También esto es vanidad y atrapar vientos. (Eclesiastés 2, 26)

  • Cualquier cosa que esté a tu alcance el hacerla, hazla según tus fuerzas, porque no existirá obra ni razones ni ciencia ni sabiduría en el seol a donde te encaminas. (Eclesiastés 9, 10)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina