Gefunden 13 Ergebnisse für: bienestar

  • Más bien acuérdate de Yavé, tu Dios, que te dio fuerzas para conseguir este bienestar, cumpliendo así la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como en este día sucede. (Deuteronomio 8, 18)

  • A estos pueblos nunca les proporcionarás prosperidad ni bienestar. (Deuteronomio 23, 7)

  • Cuando el espíritu de Dios atormentaba a Saúl, David tocaba la cítara y Saúl encontraba calma y bienestar, y el espíritu malo se apartaba de él. (1 Samuel 16, 23)

  • No creía lo que se me había dicho en mi país, hasta que he venido a verlo con mis propios ojos. Pero reconozco que no me habían contado ni la mitad. Tu sabiduría y bienestar supera todo lo que oí decir. (1 Reyes 10, 7)

  • Por tanto, no den sus hijas como esposas para los hijos de ellos; ni tomen las hijas de ellos para sus hijos; no cooperen a la prosperidad y bienestar de ellos. Háganse fuertes, coman los mejores frutos de la tierra y déjensela en herencia a sus hijos para siempre. (Esdras 9, 12)

  • ni escapar de su comida, por eso no dura su bienestar. (Job 20, 21)

  • Los terrores caen soobre mí, el viento se llevó mis esperanzas, mi bienestar se me fue como una nube. (Job 30, 15)

  • Mientras vivió Simón, la Judea tuvo paz. Buscó el bienestar de su país; su gobierno agradó al pueblo y gozó de mucho prestigio. (1 Macabeos 14, 4)

  • «A los honrados ciudadanos judíos, mucha salud, prosperidad y bienestar de parte del rey y general Antíoco. (2 Macabeos 9, 19)

  • El que procura la justicia y la bondad encontrará vida, bienestar y consideración. (Proverbios 21, 21)

  • Esto es lo que veo: todo lo que uno puede esperar es comer y beber, y gozar el bienestar mientras trabaja bajo el sol durante los contados días de su vida, tales como Dios se los concedió: esa es su parte. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 17)

  • Alegría del corazón y bienestar para todo el ser, eso es el vino que se toma a sus horas y con moderación. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 28)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina