Gefunden 816 Ergebnisse für: adorar en espíritu y en verdad

  • En verdad, ¿qué nación hay tan grande, cuyos dioses se acerquen a ella como lo hace para nosotros, siempre que lo invocamos, Yavé, nuestro Dios? (Deuteronomio 4, 7)

  • ¡Ojalá que siempre tengan el mismo espíritu, me teman y guarden todos mis preceptos!, pues entonces les iría bien a ellos y a sus hijos eternamente. (Deuteronomio 5, 29)

  • infórmate con cuidado, averigua bien la verdad del hecho. Si es cierto el asunto y se comprueba que esta abominación se ha cometido, (Deuteronomio 13, 15)

  • Pero si es verdad lo que el hombre dice, y no aparecen las pruebas de su virginidad, (Deuteronomio 22, 20)

  • Ahora bien, si tú obedeces de verdad la voz de Yavé, tu Dios, practicando y guardando todos los mandamientos que te prescribo hoy, Yavé, tu Dios, te levantará por encima de todas las naciones de la tierra. (Deuteronomio 28, 1)

  • sin apartarte ni a la derecha ni a la izquierda, para seguir y adorar a otros dioses. (Deuteronomio 28, 14)

  • Porque yo conozco su espíritu rebelde y su cabeza dura. Si hoy, que vivo yo entre ustedes, son rebeldes a Yavé, ¿cuánto más lo serán después de mi muerte? (Deuteronomio 31, 27)

  • Pero tenían a Josué, hijo de Nun, el cual quedó lleno del espíritu de sabiduría porque Moisés había puesto sus manos sobre él. Los hijos de Israel le obedecieron y actuaron en todo según Yavé había ordenado a Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • Pero la mujer los había escondido, y respondió: «Es verdad que llegaron a mi casa, pero yo no sabía de dónde eran. (Josué 2, 4)

  • Josué, entonces, le dijo: «Hijo mío, confiesa la verdad ante Yavé, Dios de Israel, y hónralo. Dime lo que has hecho sin disimular nada.» (Josué 7, 19)

  • Acán respondió: «Es verdad que he pecado contra Yavé. (Josué 7, 20)

  • El espíritu de Yavé estuvo sobre él y se puso al frente de Israel. Hizo la guerra y Yavé puso en sus manos a Cusan Risataím, rey de Aram, al que venció. (Jueces 3, 10)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina