1. Salmo de David El Señor es mi pastor, nada me falta:

2. en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso

3. y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre;

4. aunque vaya por un valle tenebroso, no tengo miedo a nada, porque tú estás conmigo, tu voz y tu cayado me sostienen.

5. Me preparas una mesa ante mis enemigos, perfumas con ungüento mi cabeza y me llenas la copa a rebosar.

6. Lealtad y dicha me acompañan todos los días de mi vida; habitaré en la casa del Señor por siempre jamás.





“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina