Encontrados 85 resultados para: compasión

  • Como él no salía de su asombro, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y lo sacaron de la ciudad para ponerlo fuera de peligro, porque el Señor tuvo compasión de él. (Génesis 19, 16)

  • Pero en seguida comenzaron a decirse unos a otros: "¡Verdaderamente estamos expiando lo que hicimos contra nuestro hermano! Porque nosotros vimos su angustia cuando nos pedía que tuviéramos compasión, y no quisimos escucharlo. Por eso nos sucede esta desgracia". (Génesis 42, 21)

  • La abrió, y vio al niño que estaba llorando; y llena de compasión, exclamó: "Seguramente es un niño de los hebreos". (Exodo 2, 6)

  • le dijo: "¿Por qué tratas tan duramente a tu servidor? ¿Por qué no has tenido compasión de mí, y me has cargado con el peso de todo este pueblo? (Números 11, 11)

  • El Señor, tu Dios, los pondrá en tus manos, y tú los derrotarás. Entonces los consagrarás al exterminio total: no hagas con ellos ningún pacto, ni les tengas compasión. (Deuteronomio 7, 2)

  • Destruye entonces a todos esos pueblos que el Señor, tu Dios, pone en tus manos. No les tengas compasión ni sirvas a sus dioses, porque eso sería para ti una trampa. (Deuteronomio 7, 16)

  • pasa sin compasión al filo de la espada a los habitantes de la ciudad, y conságrala al exterminio total con todo lo que hay en ella, incluido su ganado. (Deuteronomio 13, 16)

  • No le tendrás compasión, sino que harás desaparecer de Israel todo derramamiento de sangre inocente. Así serás feliz. (Deuteronomio 19, 13)

  • No tendrás compasión: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie. (Deuteronomio 19, 21)

  • deberás cortarle la mano sin tenerle compasión. (Deuteronomio 25, 12)

  • un pueblo de aspecto feroz, que no sentirá compasión del anciano ni se apiadará del niño. (Deuteronomio 28, 50)

  • Sí, el Señor hará justicia con su pueblo y tendrá compasión de sus servidores. Cuando vea que sus manos flaquean y ya no quedan esclavos ni hombres libres, (Deuteronomio 32, 36)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina